Los seres humanos, en su búsqueda del desarrollo económico y del goce de las riquezas naturales, deberán hacer frente a la realidad de lo limitado que son los recursos y la capacidad de los ecosistemas, y deberán tener en cuenta las necesidades de las generaciones futuras. Es éste el mensaje de la conservación. La Estrategia Mundial para la Conservación proporciona tanto un marco intelectual como una guía práctica para las labores de conservación que sea necesario emprender.