El Objetivo 15 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) consiste en «proteger, restaurar y promover el aprovechamiento sostenible de los ecosistemas terrestres, la gestión sostenible de los bosques, la lucha contra la desertización, así como detener e invertir la degradación de los suelos y la pérdida de biodiversidad». Según el ODS 15, la Meta 15.3 reclama «luchar contra la desertificación, rehabilitar las tierras y los suelos degradados, incluidas las tierras afectadas por la desertificación, la sequía y las inundaciones, y procurar lograr un mundo con una degradación neutra del suelo» para 2030. A fecha de mayo de 2019, 122 países se han comprometido a establecer objetivos voluntarios a nivel nacional para un mundo neutral en la degradación de las tierras (NDT). Muchos países han hecho promesas ambiciosas al Desafío de Bonn, que se basa en el enfoque de RPF. El Desafío de Bonn es un esfuerzo global voluntario para restaurar 150 millones de hectáreas de tierras deforestadas y degradadas del mundo en 2020, y 350 millones de hectáreas para 2030. Fue lanzado en 2011 por el Gobierno de Alemania y la ICN. Los países han anunciado públicamente sus compromisos para restaurar las tierras y bosques degradados. Este informe destaca las oportunidades y ventajas de lograr la sinergia entre los compromisos con el Desafío de Bonn y los objetivos voluntarios nacionales para la NDT.
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