Integrando las áreas protegidas al ordenamiento territorial
Ante un mundo cambiante, en el que aumentan y se aceleran las presiones sobre la biodiversidad –situación que pone en riesgo el mantenimiento y uso de los servicios ecosistémicos esenciales para el bienestar humano y que incrementa los conflictos socioambientales e intersectoriales–, es fundamental la integración y posicionamiento de las áreas protegidas en los instrumentos normativos, técnicos y de política pública de ordenamiento territorial, en los que se decide los usos del suelo.