El comercio ilegal de vida silvestre ha aumentado dramáticamente en la última década; sin embargo, también lo han hecho los esfuerzos de aplicación destinados a mitigar esta amenaza. Una actuación exitosa en este sentido a menudo implica la retención y confiscación de especies silvestres de diversos taxones de plantas, animales y hongos. Tales confiscaciones pueden ser partes de especímenes no vivos en forma de artefactos, alimentos o medicamentos, pero en muchos otros casos involucran a individuos vivos. Siendo las confiscaciones cada vez más frecuentes, y a menudo con un mayor número de personas involucradas, es importante que se adopten enfoques de «mejores prácticas» en la gestión, a fin de maximizar el papel en la conservación y el bienestar individual de estas plantas y animales. Este documento tiene como objetivo proporcionar orientación sobre estas mejores prácticas.
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